San Juan Pablo II: “El lamento de Cristo toca profundamente nuestras personas…”

Del mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para la XXI Jornada Mundial por las Vocaciones (1984)

 

Como Pastor de la Iglesia universal no puedo dejar de abriros una vez más el corazón y manifestaros la solicitud que me anima constantemente por el efectivo incremento de las vocaciones al sagrado ministerio, a la vida consagrada en sus diversas formas y a la vida misionera. Se trata, en efecto, de un problema de vital y fundamental importancia para la comunidad de los creyentes y para toda la humanidad…

 

El Buen Pastor manifiesta el ansia de aumentar continuamente su rebaño. En efecto, hay otras ovejas que están fuera del redil (cf. Jn 10, 16). Tiene siempre presente ante sus ojos la experiencia dramática de las multitudes de todos los tiempos, «extenuadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor», que le hace exclamar: «La mies es mucha, pero los obreros pocos» (Mt 9, 36-37). El compasivo lamento del Corazón de Cristo se repite en el tiempo y nos impresiona profundamente. ¿Quién puede permanecer insensible frente al aumento vertiginoso de la necesidad de evangelización? El divino Redentor nos pide a todos la colaboración para que no falten nunca los obreros del Evangelio, para que haya siempre hombres y mujeres decididos a consagrarse enteramente al servicio del Pueblo de Dios.

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