
O glorioso patriarca San José, padre tutelar de Nuestro Señor Jesucristo, en este día te pido por los sacerdotes.
Al igual que Tú, fueron tomados de entre los hombres para servir a Dios.
Ayúdalos a imitar tu gran fe, tu castidad perfecta, tu entrega total al servicio de Dios sin mirar las consecuencias, tu humildad, tu trabajo constante, tu pobreza, tu obediencia, todas tus virtudes y tu sí heroico.
Ayúdalos a imitarte a ti y a tu Hijo Jesús en todo.
Ayúdalos a ser buenos sacerdotes para los ojos de Dios, ayúdalos en su soledad y en sus momentos de tentación.
Acompáñalos en todos los momentos difíciles de su vida y en sus momentos de alegría también.
Defiéndelos de todos los que quieren hacerles algún daño físico o moral, como defendiste a Nuestro Señor Jesucristo, hasta que lleguen al Reino de los Cielos a gozar contigo para siempre de la presencia de Dios nuestro Padre.
Amén.